lunes, 17 de agosto de 2009

Segregacion social latinoamericana


El origen de los barrios cerrados está asociado a diversas causas, siendo la violencia urbana y la inseguridad las más importantes en la actualidad. Tal es el caso de los países de América Latina, donde estos nuevos emprendimientos se encuentran muy relacionados con un proceso de polarización social que se torna cada vez más evidente, barrios cerrados como fenómeno residencial emergente para los sectores medios-altos y altos de la sociedad. Asimismo, se los analiza dentro del marco del proceso de segregación y fragmentación de la ciudad. Un ejemplo es el Área Metropolitana de Mendoza, argentina donde los barrios cerrados se han multiplicado en los últimos años dando respuesta a una demanda de mayor seguridad por parte de grupos sociales medios y medio-altos estos aparecieron como respuesta al aumento del crimen, el miedo a la violencia y el sentimiento de vulnerabilidad respecto a este problema social. En el caso de Argentina, es evidente que en los últimos años, el "boom" de este tipo de emprendimientos urbanos ha estado totalmente determinado por el aumento de la violencia, la inseguridad urbana. La privatización de la seguridad aparece como una respuesta al fracaso del Estado en la provisión de este servicio, cuestionando y desafiando el monopolio del uso legítimo de la fuerza que el Estado poseía anteriormente. Argentina era un país que se caracterizaba por poseer una fuerte clase media con un elevado nivel educativo y con la posibilidad de cierta movilidad social ascendente. Sin embargo, las últimas décadas han demostrado la desaparición de este modelo social y la tendencia hacia una suerte de polarización social. Aquí los ricos son cada vez más ricos y generan mayores ingresos y los pobres son cada vez más pobres y cada vez les resulta más difícil, y es casi imposible, salir de esta situación de pobreza.

Los barrios cerrados son áreas residenciales cerradas por muros y barreras que cuentan con vigilancia las 24 horas del día. La mayoría de ellos está situada en las áreas suburbanas, donde hay tierra disponible para la realización de este tipo de emprendimientos. Esto ha generado un importante cambio en los patrones de uso del suelo urbano antes este espacio era destinado a los grupos sociales de menores ingresos, ellos se ubicaban en la periferia de la ciudad. Estos barrios al estar localizados en zonas periféricas de la ciudad, en muchas ocasiones, se encuentran cerca de villas inestables, lo que hace que los contrastes sociales se tornen más evidentes. Los barrios cerrados tampoco constituyen un producto homogéneo. La primera gran división que debe realizarse es la que distingue los barrios cerrados, de los countries o clubes de campo y de las chacras. Los primeros son urbanizaciones cerradas, de tamaño variable, cuyo principal rasgo es la vigilancia y seguridad permanente. En algunos casos, pueden existir dependencias de uso colectivo, tales como club-house o instalaciones deportivas (gimnasio, piscina y canchas de tenis), pero ellas no constituyen el elemento esencial de estos conjuntos.
Los clubes de campo se caracterizan por las destacadas instalaciones deportivas que poseen, convirtiéndose las actividades deportivas (principalmente polo y golf) en un eje esencial de la vida del barrio. Además, deben abonarse las expensas y cuotas sociales que hacen que la residencia en estos complejos urbanos sea más costosa en términos financieros que en un barrio privado.
Las chacras están más relacionadas con un estilo de vida menos urbano, en donde se busca tener mayor contacto con la naturaleza y, en consecuencia, los terrenos son lo suficientemente amplios como para poder realizar pequeños cultivos en su interior.
Las personas que deciden vivir en un barrio cerrado es porque buscan tener relaciones más cercanas con gente perteneciente al mismo grupo socioeconómico y, además, buscan evitar la heterogeneidad social que suele darse en los barrios "no cerrados", como así también, todo contacto con situaciones de pobreza y extrema miseria, tan usuales actualmente en Latinoamérica. Estos barrios constituyen un verdadero proyecto inmobiliario de alta rentabilidad. La mayoría es impulsada, dentro del sector privado, servicios brindados por parte de empresas privadas. El acceso a ellos es restricto, impidiendo la entrada de los "no-queridos" lo cual hace la segregación social urbana más evidente y visible; Otra de las causas de la aparición de barrios cerrados se basa en la búsqueda de un nuevo estilo de vida en contacto más cercano con la naturaleza y donde se escape a los peligros de la ciudad abierta. En este sentido, los residentes en los barrios cerrados valoran el hecho de que los niños pueden tener el mismo estilo de vida de barrio que existía hace unos años en la "ciudad abierta", consistente en jugar en la calle con amigos y andar en bicicleta sin temor a ser asaltados. La segregación residencial es uno de los resultados de este proceso de fragmentación social urbana. En el caso de la segregación basada en diferencias de ingresos, las relaciones de poder y subordinación se tornan evidentes. Los grupos de altos ingresos tienen la posibilidad de elegir su localización residencial, mientras los grupos más empobrecidos son segregados en las zonas más desfavorecidas. La segregación es resultado de la desigualdad social existente en las ciudades. La segregación endurece las diferencias y divisiones sociales. El aislamiento social, geográfico y económico reduce las oportunidades laborales y aumenta la vulnerabilidad social. No sólo se trata de una separación o aislamiento de otros miembros y grupos de la sociedad, sino también de recursos y servicios (empleos, servicios sociales, infraestructura, etc.) y en este sentido, la segregación espacial puede conducir a la exclusión social. Entre sus efectos sociales más negativos se encuentra el tema de la segregación social que ellos generan al constituir enclaves exclusivos que se aíslan de la ciudad y transforman barreras físicas en barreras sociales
Conclusiones
Los barrios cerrados constituyen un caso extremo del fenómeno de segregación social urbana el mismo se está agudizando en las ciudades. Ellos buscan dar respuesta a un problema social muy grave, como es el tema de la inseguridad y de la violencia urbana. Sin embargo, constituyen una solución que sólo unos pocos "privilegiados" pueden conseguir los que poseen ingresos altos para poder solventarlo. Por otra parte, no actúan sobre la causa del problema, sino sobre sus efectos.
Estos conjuntos urbanos destinados a alojar a las clases medias y medias altas son un fiel reflejo de la sociedad actual donde prima el individualismo por sobre la solidaridad y el bien común. Se establece una relación "desigual" al privatizarse el espacio público en beneficio de unos pocos, pero requiriendo igual los beneficios que la ciudad abierta y pública provee a todos los ciudadanos.
El resultado es entonces un proceso complejo de segregación social urbana, producto no sólo de causas estructurales, sino también de las decisiones tomadas por los propios actores sociales, que es cada vez más explícito y donde las diferencias sociales no pueden ser obviadas. La brecha entre los ricos y pobres, los que tienen o no tienen, los que viven seguros en la ciudad y los que no, se hace cada vez más amplia y parece más difícil de cerrar.

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